Senescencia foliar
La
senescencia
de las hojas es una serie de eventos ordenados y cuidadosamente
controlados que permiten a las plantas conservar sus recursos,
prepararse para un período de reposo y descartar tejidos ineficiente.
6En
las plantas anuales algunas de las hojas mueren precozmente si bien la
mayor parte de las hojas mueren al mismo tiempo que el resto de los
órganos. En los árboles, arbustos y plantas herbáceas perennes, en
cambio, la defoliación es un fenómeno periódico, muy complejo, que se
produce, en la mayoría de las especies por un mecanismo de
abscisión.
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Siguiendo el ritmo y el modo en el que ocurre la defoliación, se pueden distinguir distintos tipos de plantas. Así, hay
plantas con defoliación anual
en las que las hojas viven solo algunos meses, generalmente desde la
primavera hasta el otoño. Dentro de este grupo se reconocen aquellas
—como los
encinos—
en las que las hojas amarillean y mueren sin separarse del tallo, de
las plantas de hoja caduca en las que la defoliación es un fenómeno
activo que ocurre a través de tejidos especializados que forman la
denominada
zona de abscisión. En las primeras, las hojas que
quedan sujetas a los tallos por mucho tiempo ya que su caída es pasiva y
generalmente determinada por el viento. En las segundas, la caída de
las hojas es precedida por una migración de sustancias desde las hojas
hacia el tallo. Las hojas amarillean y, a veces, enrojecen por la
acumulación de
antocianinas y se separan del tallo estando todavía vivas, muriendo después de caer.
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Por otro lado, hay
plantas con follaje persistente —como los
pinos—
cuyas hojas viven de dos a cinco años. El conjunto de las hojas, el
follaje, se renueva parcialmente cada año. La caída de las hojas en este
caso es también un fenómeno activo ya que está determinado por la
formación de una zona de abscisión.
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