Polinización
Las flores de muchas especies de
angiospermas
están evolutivamente diseñadas para atraer y recompensar a una o pocas
especies polinizadoras (insectos, aves, mamíferos). Su gran diversidad
en cuanto a forma, color, fragancia y presencia de néctar es, en muchos
casos, el resultado de la
coevolución con cada especie de polinizador.
Atracción de los polinizadores
La
zoofilia
que caracteriza a muchas angiospermas presupone que los animales
polinizadores visiten las flores de manera regular y se detengan en
ellas el tiempo suficiente; que las
anteras y el
estigma sean rozados o tocados con cierta frecuencia y que el
polen
quede adherido a los visitantes de modo tan perfecto que pueda llegar
con la debida seguridad a los estigmas de otras flores. El resultado de
la zoofilia depende esencialmente de que los animales puedan reconocer
las flores desde una cierta distancia y de que se vean compelidos a
visitar durante un cierto tiempo las flores de la misma especie. Las
flores zoófilas, entonces, deben poseer
productos atractivos (cebos, como el polen y el
néctar),
medios de reclamo (tales como olores y colores) y, además,
polen viscoso o adherente.
14
En el curso de la evolución de las angiospermas se ha producido una
diferenciación muy intensa de los medios de atracción y reclamo, así
como de la forma de la flor; gracias a ello un número cada vez más
grande de animales ha podido colaborar en la polinización. De la visita
casual de las flores por animales variados se ha pasado de modo
progresivo, en el transcurso de la evolución, al establecimiento de
estrechas relaciones entre los «animales antófilos» y las «flores
zoófilas», con evidentes ventajas para ambos grupos. Para las plantas
implicó una precisión creciente en la atracción de solo determinados
visitantes y una transferencia del polen a los estigmas de otras plantas
cada vez más segura, lo que resultó en un ahorro progresivo en la
producción de polen. De hecho, la relación entre el número de granos de
polen y el número de óvulos producidos por una flor es del orden de un
millón para las plantas
anemófilas,
mientras que en las orquídeas es de uno. Para los animales
polinizadores especializados, la competencia con otros animales
antófilos resultó disminuida y la polinización orientada o especializada
en una sola especie pasó a ser, en última instancia, ventajosa para
ellos.
14
El desarrollo evolutivo de las angiospermas zoófilas y de los grupos de
animales que se han ido adaptando a ellas sólo puede comprenderse como
una
coevolución
condicionada por relaciones recíprocas. La adaptación entre sí de
muchas plantas y sus polinizadores ha llegado a veces tan lejos que no
pueden existir el uno sin el otro.
14
Productos atractivos
Son
los cebos que utilizan las flores como recompensa al agente
polinizador. Básicamente se trata de alimentos, como polen y néctar; o
sustancias químicas que los insectos utilizarán en sus rituales de
apareamiento.
49 El polen es una recompensa generalmente en aquellas flores polinizadas por
coleópteros
e himenópteros, atraídas por el fuerte aroma que despide. El polen
contiene proteínas, almidón, aceites y otros nutrientes. El néctar es un
líquido azucarado producido por estructuras llamadas
nectarios.
Se ubican estratégicamente en la flor para que los insectos al tomarlo
toquen los estambres y se lleven el polen de una flor a otra.
50
Medios de reclamo y síndromes florales
Los medios de reclamo indican la presencia de la recompensa y pueden
ser visuales u olfativas. Generalmente esta función la ejercen el cáliz y
la corola. Las claves visuales están determinadas básicamente por el
color de los pétalos, los de color rojo en general atraen aves, los
amarillos a las abejas y los blancos a las mariposas nocturnas. Las
claves olfativas son utilizadas para atraer a los polinizadores desde
una distancia mayor. Se trata de las fragancias que despiden las flores
gracias a compuestos volátiles excretados por estructuras llamadas
osmóforos. Estas fragancias pueden ser agradables o desagradables para los seres humanos, como por ejemplo las que atraen a las moscas.
51
La forma de la flor también debe estar adaptada a cada tipo de
polinizador, evitando al mismo tiempo a los ladrones de néctar. Aquellas
flores polinizadas por escarabajos, por ejemplo, deben tener una
constitución que soporte el peso del insecto y proteja los óvulos de la
voracidad de los mismos. Para los colibríes e insectos que polinizan
durante el vuelo, las flores deben tener corolas tubulosas, adecuadas a
los picos de los pájaros y a las
espiritrompas de las mariposas. Para las abejas, las flores son amplias y planas, brindando "pistas de aterrizaje" para el insecto.
52
53
Mariposa llevando en sus patas una gran cantidad de granos de polen.
El conjunto de los medios de reclamo que presenta una planta para atraer a un determinado agente
polinizador se denomina
síndrome floral. Los diferentes síndromes florales en relación a la polinización por animales son:
53
54
55
No hay comentarios:
Publicar un comentario