sábado, 19 de enero de 2019

Estoma

Los estomas en la epidermis de una hoja tal como se ven al microscopio. Constan de dos células oclusivas unidas entre sí en sus extremos que juntas delimitan un poro u ostíolo. El tamaño de las células es regulable, lo cual regula el tamaño del poro. Pueden estar rodeadas de células accesorias, de morfología distintiva.
Un corte transversal de una hoja a la altura del estoma muestra la disposición de las células por debajo de él, formando una cámara subestomática que aloja los gases.
Las células oclusivas alrededor del ostíolo cambian su turgencia por ósmosis, abriéndolo o cerrándolo. El agua (flechas celestes) entra o sale de la célula oclusiva siguiendo la concentración de potasio (flechas y puntos rosas), que a su vez entra o sale mediante estructuras en la membrana de la célula, con gasto de energía que en conjunto se llama transporte activo.
En Botánica, se denomina estoma1​ a las dos células oclusivas que forman parte de la epidermis de la planta y que delimitan entre ellas un poro llamado ostíolo -la epidermis es impermeable al agua y gases debido a la capa de cutícula que la cubre-, que permiten comunicar el ambiente gaseoso del interior de la planta con el del exterior. Estas células junto con las células acompañantes de la epidermis alrededor de ellas, si las hay, forman el órgano llamado aparato estomático, que normalmente se abre a una cavidad debajo de la epidermis llamada cámara subestomática cuya función es alojar los gases. Las células oclusivas abren y cierran el ostíolo de forma acoplada con las condiciones fisiológicas de la planta, lo que diferencia al estoma de un poro común como el que puede encontrarse en los musgos más primitivos de las embriofitas (plantas terrestres).

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