Estoma
Los estomas en la epidermis de una hoja tal como se ven al
microscopio.
Constan de dos células oclusivas unidas entre sí en sus extremos que
juntas delimitan un poro u ostíolo. El tamaño de las células es
regulable, lo cual regula el tamaño del poro. Pueden estar rodeadas de
células accesorias, de morfología distintiva.
Un
corte transversal de una hoja a la altura del estoma muestra la
disposición de las células por debajo de él, formando una cámara
subestomática que aloja los gases.
Las células oclusivas alrededor del ostíolo cambian su
turgencia por
ósmosis,
abriéndolo o cerrándolo. El agua (flechas celestes) entra o sale de la
célula oclusiva siguiendo la concentración de potasio (flechas y puntos
rosas), que a su vez entra o sale mediante estructuras en la membrana de
la célula, con gasto de energía que en conjunto se llama
transporte activo.
En
Botánica, se denomina
estoma1 a las dos células oclusivas que forman parte de la
epidermis
de la planta y que delimitan entre ellas un poro llamado ostíolo -la
epidermis es impermeable al agua y gases debido a la capa de
cutícula
que la cubre-, que permiten comunicar el ambiente gaseoso del interior
de la planta con el del exterior. Estas células junto con las células
acompañantes de la epidermis alrededor de ellas, si las hay, forman el
órgano llamado aparato estomático, que normalmente se abre a una cavidad
debajo de la epidermis llamada cámara subestomática cuya función es
alojar los gases. Las células oclusivas abren y cierran el ostíolo de
forma acoplada con las condiciones fisiológicas de la planta, lo que
diferencia al estoma de un poro común como el que puede encontrarse en
los musgos más primitivos de las
embriofitas (plantas terrestres).
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